Repetition of the Dance (detail)
Degas declaraba a James Tisson que después de dolerle en los ojos el reflejo de la luz brillante del sol, se pasaba las semanas de recuperación: “temblando todo el tiempo y permanecía así” (30.IX.1871, París). Él sufría de retinopatía desde los 36 años, pero ¿cuántos de los que la padecen se dan cuenta de su problema?Su máxima preocupación era quedar ciego y escribía: “A veces siento un estremecimiento de horror” (1873), “Mis ojos están muy mal. El oculista… me ha dejado trabajar sólo un poco, hasta que envíe mis cuadros. Lo hago con mucha dificultad y la mayor tristeza” (1874).
La clase de Danza 1873
En 1891, a los 57 años, ya no podía leer y le escribe a su amigo Evariste de Valernes: “¡Ah! ¡La vista! ¡La vista! ¡La vista!… la dificultad de ver me deja entumecido”. (6.VII.1891). A esta altura no podía distinguir los colores y tenía que preguntar a sus modelos los colores que usaban. No podía tolerar las luces brillantes y por eso no pintaba al aire libre.
Lo único que los oftalmólogos de su tiempo pudieron hacer por él fue darle lentes que limitaran la luz que llegara a su ojo derecho, que estaba permanentemente dañado.
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